miércoles, 19 de abril de 2017

MI HISTORIA DEL QUESO... Primera parte

QUESOS EN EL MUNDO. 
EL QUESO, LA LECHE Y EL MEDIO. EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO DEL QUESO

NOTA PERSONAL: Ahora bien lo que he escrito es totalmente a título personal, con el modesto conocimiento que tras 38 años de profesión y un poco de estudio he adquirido.
Seguramente yerro en cosas, mis disculpas anticipadas, pero es lo que pienso y así lo comparto con vosotros en Cádiz Sabe. Espero les sea interesante.

Por Rafael Rincón JM. Editor de Trotamantel.es

ETIMOLOGÍA

El nombre del producto proviene de la palabra griega " fornos," así se llamaba el cesto para los quesos y de ella derivan el fromage francés, formatge catalán y el formaggio italiano, o de la palabra latina " caseus" de donde proviene el queso en español, el cheese anglosajón y la caseina principal albuminoide de la leche y del queso.


EL QUESO, SU HISTORIA HUMANA.
SU IMPORTANCIA EN EUROPA Y EN LA CULTURA OCCIDENTAL.

Asía Menor, las dos Riberas biblícas, Mesopotamia y Nilo, como iniciadores,
la Grecia Micénica y Clásica y Roma, Républica y sobre todo Imperio, en su difusión en la cultura de occidente y Francia en su creatividad y desarrollo son los actores principales en la historia lácteo quesera moderna.
Es curiosos resaltar que en Europa es en los Balcanes, desde Hungría a Grecia, donde empezó a ser un alimento común.
Seguramente por la influencia de los pueblos nómadas ganaderos que entraron desde las estepas de Euroasia, Rusia, Ucrania, Kazajstan, Turkmenistán y por el Caucáso, Georgia, Azerbayan, Armenia y trajeron con ellos la permisividad humana a la lactosa.
Hoy los mayores consumidores europeos de queso son los países del sudeste Grecia, Turquia, Bulgaria, Albania, Macedonia, Chipre...donde es el principal aporte proteínico en sus dietas, también la influencia turca, proveniente también del Asia central, la del Medio Oriente árabe, donde se consume mucho lácteo y poca carne.
Pero a partir de la caída de Roma, hacia el siglo V, es en la Europa cristiana central, Flandes, Borgoña, Franco Condado, Alsacia, Alpes, donde se empiezan a desarrollar la cultura de los quesos madurados, generalmente grandes en las comunidades, municipios, condados, aisladas de las montañas y algo más pequeños en los monasterios, donde los monjes crean la tipología del queso y de la cerveza que ha llegado hasta nosotros.
Así en el oriente sur europeo se consume mucho fresco o recientes, tipo Feta, yogures, kefir, etc y sin embargo se consume menos en la Europa central y occidental pero aquí se desarrollan centenares de quesos, toda una versátil cultura que artesana y preindustrial.

LOS PRINCIPIOS

La elaboración del queso seguramente fue descubierta por diversas comunidades al mismo tiempo, siglo más o menos.
Las ovejas fueron domesticadas hace 12-14.000 años, las cabras algo antes, en las cuencas altas de los dos ríos, Eufrates y Tigris, el este de Anatolia y el bajo Egipto.
Ya en el Antiguo Egipto hay pruebas de que hace 6.000 años, se cuidaban vacas, que se ordeñaban para obtener la leche para beber como alimento, por lo que es lógico pensar que también, con el tiempo, harían quesos, por el clima frescos o recién cuajados.
La leche se conservaba en recipientes de piel, cerámica porosa o madera, pero como no existía la asepsia y era difícil mantenerlos limpios y a bajas temperaturas, la leche fermentaba con gran rapidez.
El siguiente paso fue el de extraer el suero de la cuajada para elaborar algún tipo de queso fresco, sin cuajo, de sabor fuerte y ácido, los requesones, azurones, matós.
Cuenta la leyenda que fue un pastor de Oriente Medio o Mesopotamia el que al volver a su morada con la leche del ordeño de las ovejas, dentro de una bolsa hecha con la tripa de uno de sus corderos y que después de caminar a pleno sol, al abrirla el suero se había escurrido a través de la bolsa, quedando la cuajada más o menos escurrida, semisólida, el primer queso fresco.
Su sabor debería ser acre y muy fuerte y de aromas nauseabundos, requirió suavizarlo con miel, como se hacía con otras fermentados, vinos y cervezas.
Los griegos, macedonios, anatolios y otros pueblos de la Antigüedad, sabemos que comían quesos recientes y frescos ya moldeados, pues en los relatos de Homero figura como uno de los alimentos base en la dieta, lo comían con miel, uvas, aceitunas, aceite, especies harina, pasas... curiosamente hoy Grecia es el mayor consumidor de queso del mundo "per capita" con más de 34 kilos de queso.



 EN ROMA

Más tarde los romanos, más sibaritas y refinados, con otros climas, lo consumían condimentándolo con tomillo, romero, pimienta, piñones, miel y otros frutos secos.
En sus ágapes y banquetes de los 'convivium' no faltaban.
Los legionarios cuando se desplazaban llevaban consigo en su intendencia cabras y vacas y en cuanto acampaban o asentaban en un campamento, elaboraban queso para su autoconsumo, siendo el queso una fuente fija de proteína en su dieta.
Era la principal, proteína, después de la carne, cara y escasa, en su frugal dieta, pero necesaria de grasas e hidratos, pero sobre todo proteína por su duro trabajo.
Ellos llevaron las técnicas de elaboración y consumo, cuando se licenciaban como colonos campesinos, agricultores, ganaderos, primitivas granjas, lo elaboraban, difundiéndolo por toda la Europa del 'Mare Nostrum', meridional y central y el sur de Inglaterra.

LA OSCURA EDAD MEDIA

En la Alta Edad Media, del IV al IX, después del caos y la debacle de las arrasadoras hordas bárbaras, sólo en el silencio de algunos, escasas y pequeñas comunidades monacales y en aldeas muy aisladas en sierras y montañas se mantuvo la tradición y elaboración aunque de esta época casi no queda ninguno.
Surgen villas y pueblos al convertirse, a partir del siglo X, en monasterios, numerosos, con el advenimiento de las órdenes religiosas, en importantes centros con población civil alrededor de ellos, en poblaciones de centenares de vecinos.
En algunos, con decenas de monjes y novicios, con actividad agrícola, el queso cobró importancia en la dieta del cenobio, especialmente en las jornadas y épocas de ayuno y/o abstinencia en los que se prohibía comer carne, por lo que con el tiempo, el elemento humano, medio físico y climatológico, se crearon diferentes tipos de queso.
Con el desarrollo del comercio y el aumento de los viajes largos y el crecimiento de la población de las ciudades y villas, el queso empezó a 'curarse' y se convirtió en importante producto de comercio muy valorado y básico para la economía del campesinado ganadero.

LA EDAD MODERNA Y LOS NUEVOS MUNDOS

El queso, curado, empezó a utilizarse como elemento de intercambio fuera de las zonas de producción y más allá de las fronteras y cuando se descubrieron los Nuevos Mundos, los colonos se llevaron sus tradiciones queseras.
En las primeras naves desde el descubrimiento ya llevaban quesos canarios, palmero principalmente, y en los primeros asentamientos castellanos en el Caribe ya comienzan a elaborar quesos.
Y en el cuarto decenio del siglo XVI la flota de Indias parte de Veracruz, en Nueva España (México), rumbo a Vigo, Sevilla o Cádiz con quesos elaborados en el Nuevo Mundo.
De este interés y afición de los colonos castellanos por el queso viene su importancia en la dieta de México, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Colombia, Ecuador, Paraguay, baja Bolivia o Perú.
Los portugueses hicieron lo mismo en el Brasil costero y marítimo y sobre todo en el sur ganadero y cafetero.
Es uno de los alimentos base de su cocina en las sociedades ganaderas, casi siempre fresco, tierno o muy envejecido para rayar.
También los colonos ingleses, alemanes, flamencos neerlandeses, protestantes y anglicanos fueron los que los llevaron, divulgaron y elaboraron en América del norte y en las excolonías anglosajonas, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda...
Es curioso que los países, potencias coloniales, católicos, en África, como Francia, Bélgica, Italia, Portugal nunca llevaron la costumbre ni desarrollaron la elaboración quesera de sus antiguas metrópolis.
Salvo el caso de Francia en Marruecos, Argelia, Túnez y muy poco en Indochina donde muy a finales del siglo XIX, se establecieron pequeñas queserías de elaborados del tipo de la Metrópoli.
Por supuesto en La India y el Extremo Oriente, Indonesia, Indochina, China o Japón, nunca las hubo, salvo anecdóticamente.

LA PASTEURIZACIÓN:
SURGE LA INDUSTRIA, SIGLO XIX

Al principio se utilizaban leches crudas, más o menos cocidas, pero en la década de 1850 el microbiólogo francés y Premio Nobel, Louis Pasteur, descubrió la pasteurización, que cambió el proceso de elaboración del queso.
Empezó a poder emplearse y mezclar leches de distinta procedencia y de distintos rebaños y especies, para obtener un producto homogéneo y disminuyó considerablemente el riesgo de aparición de organismos que pudieran estropear el proceso.


EN ESPAÑA

En la Iberia antigua comenzó la obtención del queso de pastor, para autoconsumo familiar, con la leche de oveja y de cabra, al principio y más tarde con la introducción y desarrollo ganadero de la vaca, en tiempos de la Hispania romana.
Sin embargo sólo nos han llegado, como en el resto de Europa occidental, tipos de quesos a partir del año 1.000 aproximadamente.
Estos quesos, los primeros quesos conocidos, datan del siglo XI pero es desde el siglo XIV y XV cuando aparecen en mayor cantidad.
El tipo manchego de cincho fue el más habitual hacia 1500, los quesos norteños son posteriores.
Los de cabra, los más antiguos empiezan a hacerse en grandes formatos, prensados y muy madurados para poder transportarlos (Quesos para poder llevar por mar, los canarios y los manchegos/castellanos) la flota naval y los tercios y ejércitos, de ahí el formato de los quesos canarios; el primero el palmero que ya en 1468 se comerciaba con él con la Península y poco después 1504 con las recién descubiertas Indias Occidentales, América.
Las últimas cuatro décadas han sido una total revolución en el mundo quesero español.
Hemos hablado de la primera revolución quesera en los ochenta con protagonistas como Enric Canut, Ismael Díaz Yubero, Manuel Arroyo, AFQA, Maestros queseros artesanos, donde se consiguió el principal objetivo de rescatar y consolidar una cantidad de quesos españoles cercanos al centenar.
Ha habido una segunda revolución quesera en este decenio.
Nuevos queseros jóvenes con mucho mejor preparación, más viajados y en una sociedad más desarrollada y con más medios, ha conseguido encumbrar a España al tercer o cuarto puesto en cuanto a variedad y calidad de quesos se refiere.
Hoy en España, aunque oficialmente el Ministerio reconoce sólo un centenar como tradicionales, se elaboran unos 325 tipos de queso totalmente diferentes, algunos copiados o inspirados en otros de fuera, otros en versiones de nuestros clásicos, muchos de total innovación y cada vez más 'cocinados', con especies o ingredientes.
Prueba de ello el reciente éxito en el certamen internacional del queso, World Cheese Award, que se celebró por primera vez en nuestro país, en San Sebastián, donde España consiguió casi el 30 % del palmarés.
Mucho futuro y cosas muy intesantes veremos

OTRAS LECHES

En la inmensa mayoría países se utilizan también la cabra, oveja y vaca pero los nómadas nórdicos, vikingos y lapones, usan el reno y en Italia queda como algo inusual el de búfala con la que por ejemplo se elabora la mozzarella.
También de camello, de yegua, de yak, de dromedario se hacen lácteos y quesos frescos a nivel muy local.

RESUMEN DE TODO ESTO

Así pues el queso parece que es un "invento" del Mediterráneo oriental y de la alta Mesopotamia.
Legionarios romanos, viajeros, conquistadores y colonos lo iban introduciendo y difundiendo su consumo, como un elemento más de su cultura.
El queso se consume más en la zona que se creó, Grecia, Balcanes del sur, Turquia, Armenia y países árabes.
Después en las naciones del Mediterráneo occidental- Francia, Italia y España-Portugal- es donde desarrolla mayor variedad, gracias a su mayor diversidad climatológica y sobre todo el postrer desarrollo socioeconómico en los últimos siete siglos.
En los modernos- América norte y sur y anglosajones- su consumo ha crecido muchísimo gracias sobre todo a los nuevos hábitos alimenticios, pizzas, pastas, sandwiches, ensaladas, etc.
En África en el Mogreb y países musulmanes costeros se come reciente, cuajada, requesón, queso fresco como en el Medio Oriente, frescos o subproductos; en la subsahariana no hay cultura de quesos de leche de mamíferos, quizá por la climatología y humedad extremas.

EL QUESO EN LA COCINA ASIÁTICA

En el Extremo Oriente asiático no está tampoco presente en su tradición.
En la cocina del Oriente Asiático, por lo tanto, históricamente, el queso no tiene apenas presencia significativa, ni como alimento habitual, ni como ingrediente en otros platos.
Salvo en los pueblos nómadas ganaderos, como los mogoles, que usan la leche de sus yeguas como uno de los alimentos base de su nutrición, que además parece que fueron los que desarrollaron la tolerancia a la lactosa en su migración hacia la Europa del este, eslava y balcánica.
Ésta es una de las razones de que cerca del 90% de los chinos y de los pueblos no ganaderos habitantes del Asia oriental carecen de lactosa suficiente para digerir leche sin fermentar en la edad adulta.
Además que en muchos pueblos orientales asiáticos y melonesios, la leche se tiene por un excremento del animal poco noble para su consumo, como la mucosidad, saliva o la orina.
Por eso la población China y japonesa nunca aceptaron los productos lácteos, aborrecen la leche y por ende sus derivados.
Sin embargo toman un producto parecido obtenido de la soja, el 'tofu'.

SEGUIREMOS en el 2° con estos temas:
QUESOS EN EL MUNDO... EL QUESO, LA LECHE Y EL MEDIO...EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO LÁCTEO Y QUESERO

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